¿Harto del bajón? 5 Ritualitos para Resetear tu Energía y Sentirte al 100 Este Verano
¡Ay, mis queridos! ¿Cómo andamos? Espero que no arrastrando la cobija, porque hoy vamos a hablar de esos momentos en los que nos sentimos más pa’ allá que pa’ acá, como si tuviéramos una capa de mugre energética pegada. ¿Les ha pasado? A mí, ¡uf! Un montón de veces. Pero no se me agüiten, que aquí les tengo unos tips buenísimos para darle un empujón a su aura y sentirse como nuevos. Yo creo que todos, de vez en cuando, necesitamos una “limpiadita” espiritual, ¿no creen? Sobre todo ahora que el calor nos tiene derretidos y la energía a veces se nos escapa como agua entre los dedos.
¿Por Qué Nos Sentimos Tan Apachurrados a Veces?
A veces, aunque durmamos nuestras ocho horas (o bueno, las que podamos), nos despertamos sintiéndonos como si nos hubiera atropellado un tráiler. Y no es que estemos enfermos, ni nada por el estilo. Simplemente, estamos cargando con energía que no es nuestra. Piensen en su aura como una esponja: absorbe todo lo que hay alrededor, tanto lo bueno como lo malo. El estrés del trabajo, las broncas familiares, las malas vibras de la gente con la que nos topamos… ¡Todo eso se queda pegado! Y, de plano, con el tiempo, esa energía estancada nos empieza a pesar. Yo, por ejemplo, me di cuenta de esto cuando trabajaba en un call center. Imagínense lidiar con gente enojada todo el día. ¡Era una pesadilla! Al final del día, me sentía completamente drenada, como si me hubieran chupado la energía vital. Fue ahí cuando empecé a buscar formas de protegerme y de limpiar mi aura.
Ritual #1: Un Baño de Sal Gruesa para Desintoxicar el Cuerpo y el Alma
Este es un clásico, pero ¡funciona de maravilla! La sal gruesa tiene el poder de absorber las energías negativas y de limpiar nuestro campo áurico. Es como un detox para el alma. Lo que yo hago es llenar la tina con agua tibia y le agrego un buen puñado de sal gruesa (como un kilo más o menos, ¡no sean codos!). Me meto en la tina, me relajo y visualizo cómo el agua salada se lleva todas las malas vibras, el estrés y la negatividad. Pueden agregar unas gotitas de aceite esencial de lavanda o eucalipto para potenciar el efecto relajante. ¡Ojo! No se queden en el agua por más de 20 minutos, porque la sal puede resecar la piel. Después del baño, enjuágense con agua limpia y ¡listo! Se sentirán mucho más ligeros y renovados. Personalmente pienso que este es mi ritual favorito para cuando me siento más pesada que tamal mal amarrado.
Ritual #2: Conecta con la Naturaleza: El Sol es Tu Mejor Amigo
¡Aprovechen el solcito de verano, mis chavos! La naturaleza es una fuente inagotable de energía positiva. Salgan a caminar al parque, vayan a la playa, hagan un picnic en el bosque… ¡lo que se les antoje! Pero, sobre todo, expónganse al sol (con protección, claro, no queremos parecer camarones). El sol nos recarga de vitamina D y nos levanta el ánimo. Yo, por ejemplo, cuando me siento muy abrumada, me voy a Chapultepec a caminar un rato. Me siento en el pasto, cierro los ojos y dejo que el sol me caliente la cara. Es como si me estuviera recargando las pilas. Además, el contacto con la naturaleza nos ayuda a conectar con nosotros mismos y a recordar lo afortunados que somos. Desde mi punto de vista, es la mejor medicina para el alma.
Ritual #3: Meditación Cortita, Pero Efectiva: ¡5 Minutos Hacen la Diferencia!
No se espanten, no necesitan convertirse en monjes budistas para meditar. Basta con dedicarle unos minutitos al día a calmar la mente y a conectar con su interior. Encuentren un lugar tranquilo donde no los interrumpan, siéntense cómodamente, cierren los ojos y concéntrense en su respiración. Inhalen profundamente por la nariz, exhalen lentamente por la boca. Si su mente empieza a divagar (que es lo más probable), simplemente regresen la atención a su respiración. Pueden usar una app de meditación guiada si les cuesta trabajo hacerlo solos. Yo uso una que tiene meditaciones de 5 minutos y me ayuda muchísimo a empezar el día con el pie derecho. En mi opinión, la meditación es como un reset para el cerebro.
Ritual #4: Sahumerio Casero para Alejar las Malas Vibras
¿Han escuchado hablar del sahumerio? Es una práctica ancestral que consiste en quemar hierbas o resinas para limpiar un espacio de energías negativas. Pueden usar salvia blanca, palo santo o copal. Yo prefiero el copal porque me recuerda a las iglesias y a las tradiciones de mi abuelita. Para hacer el sahumerio, enciendan la hierba o resina y dejen que el humo impregne todo el espacio. Visualicen cómo el humo se lleva todas las malas vibras y las energías estancadas. Abran las ventanas para que el humo pueda salir y llevarse todo lo negativo. Me pasó que una vez hice un sahumerio en mi casa después de una discusión fuerte con mi pareja, y de plano se sintió la diferencia. El ambiente se volvió más ligero y tranquilo.
Ritual #5: Rodéate de Gente que te Suma, No que te Resta
Este es, quizá, el ritual más importante de todos. ¡Alejen de sus vidas a las personas tóxicas y negativas! Ya saben, esas que siempre se están quejando, que los critican por todo y que los hacen sentir mal con ustedes mismos. Rodéense de gente que los quiera, que los apoye, que los haga reír y que los inspire a ser mejores. La energía de las personas con las que nos rodeamos influye muchísimo en nuestro estado de ánimo y en nuestro bienestar. Si tienen amigos o familiares que los drenan, pongan límites y eviten pasar demasiado tiempo con ellos. Yo creo que es mejor estar solo que mal acompañado. ¡Y no se sientan culpables por priorizar su bienestar! Al final del día, lo más importante es cuidar de nosotros mismos. Si te late tanto como a mí este tema del bienestar, podrías leer más sobre prácticas ancestrales mexicanas para el alma. ¡Te van a encantar!
¡Y ahí lo tienen, mis chavos! Cinco ritualitos sencillos pero poderosos para limpiar su energía y sentirse al 100 este verano. ¡Pónganlos en práctica y cuéntenme qué tal les va! Recuerden que el cuidado personal es fundamental para mantener el equilibrio y la armonía en nuestras vidas. ¡Ánimo y a recargar esas pilas!
