¿Qué onda, mi gente? Aquí ando de nuevo, platicándoles de cosas que nos pasan a todos, sobre todo cuando andamos buscando hacer crecer nuestro dinerito. Hoy quiero hablarles del FOMO, pero no ese FOMO de las fiestas que ves en Insta, sino el que te ataca cuando se trata de inversiones. ¡El FOMO inversor! Ese que te hace sentir que te estás perdiendo la oportunidad de oro y terminas haciendo puras tonterías.
¿Qué Rayos es el FOMO Inversor?
A ver, para los que no estén tan familiarizados con el término, FOMO viene del inglés “Fear Of Missing Out”, que en español sería como “miedo a perderse algo”. En el mundo de las inversiones, este miedo se traduce en la sensación de que todo el mundo está ganando lana menos tú, y que si no te subes al tren ahorita, te vas a quedar viendo cómo se va la oportunidad de hacerte rico. Desde mi punto de vista, es una presión social pero con billetes de por medio. Y créanme, esa presión puede hacer que tomes decisiones bien chafas.
Personalmente pienso que es algo súper humano sentir esa cosquilla de “¿y si?”, pero cuando esa cosquilla se convierte en pánico, ahí es donde empiezan los problemas. Ves que una criptomoneda subió como espuma, o que todos están invirtiendo en una acción nueva y te sientes presionado a entrarle también, aunque no tengas ni idea de qué estás haciendo. ¿Les suena familiar? A mí sí, y ya les contaré por qué.
Mi Pequeña Historia de Terror con el FOMO
Me pasó hace unos años, cuando todo el mundo estaba hablando de una cripto que prometía ser “el futuro”. Yo, la verdad, no sabía ni qué era blockchain ni cómo funcionaba la cosa, pero veía a mis amigos ganando dinero y me entró el FOMO a todo lo que daba. “¡Tengo que entrarle!”, me dije. Saqué unos ahorritos que tenía destinados para otra cosa y le metí con todo.
¿El resultado? Pues, como se imaginarán, la cripto se desplomó a las pocas semanas. De plano, me quedé viendo cómo mi dinero se esfumaba. Ahí aprendí la lección a la mala: el FOMO es un pésimo consejero a la hora de invertir. Desde entonces, me tomo las cosas con más calma y hago mi propia investigación antes de meterle lana a cualquier cosa.
Señales de Alerta: ¿Te Está Dominando el FOMO?
Es importante saber identificar cuando el FOMO está empezando a hacer de las suyas. Aquí les dejo algunas señales para que estén al tiro:
- Te sientes presionado a invertir rápidamente: Si sientes que tienes que actuar ya, sin pensar ni investigar, ¡aguas! Esa es una señal clarísima.
- Estás invirtiendo en cosas que no entiendes: Si no sabes cómo funciona algo, pero te estás metiendo porque “todos lo están haciendo”, estás en problemas.
- Te dejas llevar por los rumores y las noticias sensacionalistas: Si basas tus decisiones en lo que dicen en redes sociales o en noticias amarillistas, estás jugando con fuego.
- Sientes ansiedad y arrepentimiento si no inviertes: Si te sientes mal por no entrarle a algo que “parecía prometedor”, el FOMO te está ganando.
Estrategias para Domar al Monstruo del FOMO
Ok, ya identificamos al enemigo. Ahora, ¿cómo lo combatimos? Aquí les dejo algunos consejos que a mí me han servido un montón:
Infórmate Bien, No te Vayas con la Finta
Antes de invertir en cualquier cosa, investiga a fondo. Lee sobre la empresa, la criptomoneda, el fondo de inversión, lo que sea. Entiende cómo funciona, cuáles son los riesgos y cuáles son las posibles recompensas. No te quedes con la información superficial que te encuentras por ahí. Entre más sepas, menos probabilidades hay de que tomes una decisión impulsiva basada en el miedo. En mi opinión, la información es el mejor escudo contra el FOMO.
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Define Tus Objetivos y Tolerancia al Riesgo
¿Qué quieres lograr con tus inversiones? ¿Hacerte rico de la noche a la mañana? ¿Asegurar tu jubilación? ¿Ahorrar para el enganche de una casa? Una vez que tengas claros tus objetivos, define tu tolerancia al riesgo. ¿Cuánto estás dispuesto a perder? ¿Eres más conservador o te gusta arriesgarte? Conocer tus objetivos y tu tolerancia al riesgo te ayudará a tomar decisiones más racionales y menos emocionales.
Diversifica Tu Portafolio, No Pongas Todos los Huevos en la Misma Canasta
No importa qué tan prometedora parezca una inversión, nunca pongas todo tu dinero en ella. Diversificar tu portafolio significa invertir en diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, bienes raíces, criptomonedas, etc. Así, si una inversión te falla, no perderás todo tu dinero. Además, diversificar te ayuda a reducir el riesgo general de tu portafolio.
Ten Paciencia, Roma No Se Construyó en Un Día
Las inversiones son un juego a largo plazo. No esperes hacerte rico de la noche a la mañana. Ten paciencia y disciplina. No te dejes llevar por las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Recuerda que el objetivo es construir riqueza a largo plazo, no hacerte millonario en un mes. Y, sobre todo, no vendas en pánico si ves que tus inversiones bajan de valor. A veces, es mejor esperar a que se recuperen.
Ignora el Ruido, Concéntrate en Tu Plan
En el mundo de las inversiones, siempre habrá ruido. Noticias, rumores, consejos de “expertos”, etc. Es importante que aprendas a ignorar este ruido y te concentres en tu plan de inversión. Si tienes un plan sólido y lo sigues al pie de la letra, será menos probable que te dejes llevar por el FOMO.
En Resumen: ¡No Te Dejes Intimidar por el FOMO!
El FOMO es un sentimiento natural, pero puede ser muy peligroso si no lo controlas. Si te sientes presionado a invertir en algo que no entiendes, respira hondo, investiga, define tus objetivos y toma una decisión racional. Recuerda que las inversiones son un juego a largo plazo, y que la paciencia y la disciplina son tus mejores aliados. ¡No te dejes intimidar por el FOMO y toma el control de tus finanzas! ¡Ánimo!
Y si te late la onda del ahorro y las inversiones, igual y te interesa echarle un ojo a cómo armar un presupuesto familiar que no te deje en la calle. ¡Échale coco!